Toxina botulinica

Toxina botulínica para el bruxismo, neuralgias, y dolor de cabeza

El dolor de cabeza o cefalea es uno de los dolores más frecuentes en el ser humano afectando a un gran porcentaje de la población general. Dentro de las cefaleas la migraña es uno de los mas frecuentes e incapacitantes. Dicho dolor consiste generalmente en ataques o crisis recurrentes de dolor de cabeza, de intensidad severa que suelen ir acompañados de otros síntomas como la fotofobia/fonofobia (molestias a causa de la luz y el ruido), y náuseas/vómitos, entre otros.

Si bien la migraña ocurre en muchos casos en días puntuales durante el mes o año en ciertas ocasioes puede transformarse en un dolor de cabeza crónico que ocurre todos o la mayoría de días del mes.

En estos casos las medicaciones y tratamientos habituales para tratar la migraña pueden perder su eficacia total o parcialmente siendo necesarios tratamientos alternativos para poder controlar el dolor de cabeza del paciente. Diversos estudios han demostrado que el uso de toxina botulínica puede resultar altamente efectiva en el control de este tipo de dolores de cabeza.

Así mismo la toxina botulínica puede ser altamente efectiva para el tratamiento de ciertos tipos de dolor neuropático, como la Neuralgia del Trigémino, dolor muscular crónico, y bruxismo severo. En el caso de la migraña, las neuralgias, el dolor muscular, y el bruxismo, múltiples estudios han demostrado su seguridad y eficacia en el tratamiento de los casos más complicados de estas enfermedades, obteniéndose resultados magníficos en un gran porcentaje de casos siempre que se administre de la forma adecuada y por profesionales expertos.

La toxina botulínica es una proteína producida por una bacteria denominada Clostridium Botulinum y que tiene como característica fundamental la inhibición de la contracción muscular. Inicialmente la toxina botulínica se comenzó a utilizar en el campo de la medicina para el tratamiento de las distonías (movimientos incontrolados de los músculos del cuerpo) empleándose actualmente para otras muchas enfermedades como la neuralgia del trigémino, la migraña crónica, el dolor muscular, y el bruxismo. No obstante, la toxina botulínica es un medicamento con ciertas peculiaridades de administración que debe ser utilizado únicamente por profesionales expertos en la materia.